Dirección Jaume Collet-Serra Guion Adam Sztykiel, Rory Haines y Sohrab Noshirvani, según el cómic de C.C. Beck y Otto Binder Fotografía Lawrence Sher Música Lorne Balfe Intérpretes Swayne Johnson, Sarah Shani, Pierce Brosnan, Aldis Hodge, Quintessa Swindell, Noah Centineo, Marwan Kenzani, Bodhi Sabongui, Muhammed Amer, James Lusati-Moyer, Jalon Christian, Odelya Halevi, Uli Latukefu, Jennifer Holland, Henry Winkler Estreno en Estados Unidos y España 21 octubre 2022
Normalmente en este tipo de producciones no suelen notarse mucho las costuras de su responsable último, el director. Sin embargo la personalidad del catalán Jaume Collet-Serra es tan fuerte y precisa que ha conseguido una filmografía coherente y admirable en la que destacan los títulos protagonizados por Liam Neeson en clave thriller hitchcockiano. Después logró con Jungle Cruise devolver al cine de aventuras su genuina carta de naturaleza, la entidad y la dignidad que le convirtieron en un género tan celebrado en el Hollywood clásico y renovado en los ochenta por Indiana Jones de la mano de Spielberg. De nuevo con Dwayne Johnson como protagonista, su primera incursión en el cine de superhéroes lo consideramos directamente y sin ningún tipo de prejuicios un éxito.
Ha devuelto al género su carácter desenfadado y divertido, de puro entretenimiento sin renunciar a cierto análisis político y social de la actualidad, tan evidente como que la acción se desarrolla en un país de oriente medio que fue una gran civilización antaño y que vive sumergida en continuas y devastadoras invasiones occidentales, con claras reminiscencias de la ocupación israelí en la franja de Gaza. Ahí surge la diatriba de cómo controlar la situación, si haciendo un uso indiscriminado de la violencia o enarbolando la bandera a menudo hipócrita de la paz, precisamente por quienes promueven la ocupación en aras a un hipotético orden internacional. Eso se traduce en la colaboración y a la vez competición entre dos fuerzas de superhéroes salidos de la biblioteca DC Comics, el Black Adam del título, que mata sin compasión pero con las dosis de humor necesarios que hacen la operación indolora y relativa, y la Sociedad de la Justicia, comandada por el Doctor Destino e integrada por el Hombre Halcón, Ciclón y Átomo Smasher, que opta por el diálogo y la justicia impartida por tribunales.
Nada de esto convierte al producto en una profunda disquisición sobre la paz y la guerra, sino que forma parte de un espectáculo vistoso, más disfrutable cuanto mejores sean las condiciones de imagen y sonido, vibrante y con ritmo muy marcado, en el que ni siquiera las sempiternas batallas se hacen pesadas, logrando en conjunto un entretenimiento más que notable. Hasta el compositor Lorne Balfe parece haber encontrado la inspiración en esta renovación del género, aunque sin salirse de los contornos habituales. Como si de una declaración de intenciones se tratara, si reaparece Superman lo hará de la mano de la alegre marcha de John Williams, superados los traumas que ilustró musicalmente Hans Zimmer en sus últimas y muy espesas apariciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario