Dirección Oriol Paulo Guion Oriol Paulo, Guillem Clua y Lara Sendim, según la novela de Torcuato Luca de Tena Fotografía Bernat Bosch Música Fernando Velázquez Intérpretes Bárbara Lennie, Eduard Fernández, Loreto Mauleón, Pablo Derqui, Javier Beltrán, Samuel Soler, Federico Aguado, Lluís Soler, Adelfa Calvo, Dafnis Balduz, David Selvas, Francisco Javier Pastor, Luis Sacristán, Antonio Buíl, Alba Jubany Vilert Estreno en el Festival de San Sebastián 24 septiembre 2022; en salas 6 octubre 2022
Nunca se le perdonó al gran Hitchcock que Pánico en la escena arrancara con un falso flashback en el que Marlene Dietrich narraba un crimen en la forma en que no había sido cometido. Aquello se tildó de tramposo cuando en realidad lo único que hizo el maestro fue poner en imágenes el relato de una mujer embustera y manipuladora. En esta segunda adaptación de la exitosa novela de Torcuato Luca de Tena (la primera tuvo lugar en 1983 bajo bandera mexicana y dirección del argentino Tulio Demicheli, un melodrama tan ridículo que cuesta asimilar que el propio autor fuera el responsable de la adaptación), no hay uno sino varios relatos que puestos en escena parecen darse por válidos cuando en realidad no constituyen sino versiones y puntos de vista de una misma situación, todo ello encaminado a generar la duda y la intriga sobre lo que verdaderamente está pasando. Otra cosa es que una manipulación del orden de los acontecimientos pueda invitar a una impertinente confusión para el espectador.
Pero hasta eso podemos perdonarle a una cinta que pese a sus dos horas y media de duración, se hace corta gracias a su impecable tendencia al puro entretenimiento, ampliamente conseguido aunque por el camino se haya despreciado una mayor profundización en la alteración de la mente humana y sus consecuencias. Detrás está la mano de Oriol Paulo, un director que nunca ha disimulado su comprensión del cine como espectáculo de entretenimiento y diversión, a través del género que más le gusta y mejor entiende, el thriller. Con él dio unos primeros pasos imprecisos e indecisos en El cuerpo y Contratiempo, y una excelente maquinaria de relojería en Después de la tormenta. Habría efectivamente que leer el estupendo libro en el que se basa esta competente película para adivinar hasta qué punto sus guionistas han manipulado y desvirtuado el material original, si es que lo han hecho.
Pero de lo que no cabe duda es que todo es producto de su época, unos finales de los años setenta del pasado siglo discotequeros y de pantalones campana en los que no resulta difícil encontrar referencias a dramas de manicomio como Alguien voló sobre el nido del cuco, terror psicológico en largos y tenebrosos pasillos, turbadores gemelos y escalofriantes desdoblamientos como los de El resplandor, y hasta series policiacas de enorme éxito como Los ángeles de Charlie, donde sus hermosas heroínas no dudaban en infiltrarse donde fuera para llevar a cabo sus investigaciones. Algo así hace la carismática e inteligentísima protagonista de este juego del Cluedo, (otro fenómeno de la época), en una mansión convenientemente gótica, con varios sospechosos y algún que otro arma homicida. Con trampa o sin ella, Paulo maneja con solvencia y profesionalidad todos los ingredientes de primera categoría que se han puesto a su servicio, y con la inestimable ayuda de sus dos principales protagonistas, logra un producto de inmejorable entretenimiento, con algún atisbo de estimulante fascinación.
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