martes, 4 de octubre de 2022

BLONDE Tan poco convencional como la retratada

USA 2022 166 min.
Guion y dirección
Andrew Dominik, según la novela de Joyce Carol Oates Fotografía Chayse Irvin Música Nick Cave y Warren Ellis Intérpretes Ana de Armas, Adrien brody, Bobby Cannavale, Xavier Samuel, Evan Williams, Julianne Nicholson, Garret Dillahunt, Lily Fisher, Dan Butler, Ned Bellamy Estreno en el Festival de Venecia 3 septiembre 2022; en Estados Unidos (limitado) 16 septiembre 2022; en España (internet) 28 septiembre 2022

Poco cabía esperar del director de la extravagante El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, por mucho que nos convenciera Mátalos suavemente, ambas protagonizadas por Brad Pitt, aquí productor de la película, a pesar de la buena acogida crítica dispensada a sus documentales musicales This Much I Know to Be True y One More Time with Feelling, ambos centrados en sus adorados Nick Cave y Warren Ellis, compositores también de la banda sonora de Blonde. La atmósfera enrarecida que estos dos idolatrados músicos saben impregnar a sus películas tampoco hacía presagiar nada convencional de esta biografía velada de la mítica Marilyn Monroe, y sin embargo, aunque no se puede negar que se trata de una cinta poco ortodoxa y con un estilo muy onírico, no es tan excéntrica ni caprichosa como esperábamos.

Se trata de trazar un retrato psicológico de quien siempre hemos asociado a la desdicha, por muy cómicos que fueran sus papeles en pantalla, a partir de una ficción creada por la eterna candidata al Pulitzer Joyce Carol Oates, pero en la que tienen cabida todos los episodios relevantes de la actriz y mito sexual, así como los personajes que protagonizaron su vida. La recreación de episodios y ambientes es magnífica, siempre dentro de ese clima algo enrarecido y víctima de continuos cambios de formato y color, con reproducciones de fotografías y fotogramas realmente espectaculares, lo que además de haber supuesto una tortura para Ana de Armas, habrá sin duda significado un trampolín definitivo y de ensueño para su carrera internacional. Ella es el principal atractivo de la película, ya que todo lo demás, dispuesto para definir ese juguete roto que hoy sería causa de denuncia del mundo machista en el que se desenvolvió, era de sobras conocido.

La fluida dramaturgia, sus continuos guiños escabrosos, incluida la escena junto al presidente Kennedy, y el siempre fascinante retrato del Hollywood clásico, tan lleno de glamour e ilusión como de miseria y cochambre, hace que sus casi tres horas de duración se digieran con facilidad. Hay que verla preparados, conscientes por ejemplo de que no está probado que ni el hijo de Edward G. Robinson ni el de Chaplin tuvieran un romance con ella, y mucho menos un trío, aunque aquí podrían aparecer como combinación de sus primeros tropiezos, junto al fotógrafo que inmortalizó sus primeros desnudos. Por otro lado, ver a Ana de Armas interactuar con Tony Curtis o George Sanders no tiene precio, como tampoco lo tiene descubrir a Chris Lemmon dar vida a su padre entre las señoritas de la orquesta de Con faldas y a lo loco.

1 comentario:

  1. Coincido con tu apreciación. Ana de Armas está maravillosa. Una gran interpretación.

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