EL FAVOR Nos lo hacemos evitándola

España 2023 97 min.
Dirección Juana Macías Guion Cristóbal Garrido y Adolfo Valor Fotografía Andreu Rebés Música Vanessa Garde Intérpretes Inma Cuesta, Diego Martín, Sara Sálamo, Alfonso Bassave, Pere Ponce, Gonzalo de Castro, Isabel Ordaz, Luisa Gavasa, Betsy Túrnez, Iván Renedo Estreno en salas 10 noviembre 2023

Si el recorrido de Juana Macías como directora, con títulos como Bajo el mismo techo o De perdidos a Río, no hacía prometer mucho, el de sus guionistas Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, con películas como Lo dejo cuando quiera o Promoción fantasma, generaba a priori más confianza. El resultado se queda a medio camino, más próximo al ridículo que a la excelencia, en esta comedia veladamente negra, llena de referencias americanas y que tanto acaba recordando a aquel cine rancio que se practicaba en la España del franquismo, destinado a entretener a las masas y desviarlas de lo que verdaderamente importaba. Productos mejor acabados en su epidermis que en su fuero interno, o lo que es lo mismo, de buena factura pero decepcionante contenido.

Aquí la cosa no empieza mal, con un diseño de personajes un poco a lo La muerte os sienta tan bien, y un atractivo elenco familiar al estilo Agatha Christie. Lo que parece un producto elegante y hasta cierto punto sofisticado, deriva más tarde en flagrante falta de ingenio e imaginación cuando comprobamos que su prometedor arranque no encuentra el desarrollo que merece. Y después llega la debacle, cuando el comportamiento de la familia protagonista recuerda al de La guerra de los Rose, pero con menos mordacidad y una vis cómica desmadrada y ridícula.

Cuando hace aparición el último personaje de la saga, parece que nos reencontremos con Miranda Priestly, la arpía que Meryl Streep bordó en El diablo viste de Prada. Para entonces han sido varias las situaciones que nos han provocado vergüenza ajena, mientras el apresurado final con mensaje edificante se nos antoja precipitado y falto de consecuencia. Comprobamos además que los actores y actrices se han desmadrado tanto y han puesto el piloto automático del histrionismo, perpetuado durante los bailados títulos de crédito finales.