Australia 2019 124 min.
Dirección Justin Kurzel Guion Stuart Grant, según la novela de Peter Carey Fotografía Ari Wegner Música Jed Kurzel Intérpretes George MacKay, Charlie Hunnam, Russell Crowe, Nicholas Hoult, Essie Davis, Claudia Karvan, Sean Keenan, Thomasin McKenzie, Ben Corbett, Orlando Schwerdt Estreno en el Festival de Toronto 11 septiembre 2019; en Australia 9 enero 2020; en España (no en Sevilla) 3 julio 2020
Héroe o malhechor según unos u otros, Ned Kelly se convirtió en leyenda australiana cuando en la segunda mitad del siglo XIX se enfrentó a soldados coloniales como consecuencia de una serie de infortunios familiares y una condición de pobreza extrema que azotaba a gran parte del país. El director de las oscuras y extravagantes Macbeth y Assassin’s Creed no se conforma con llevar su historia con modos académicos y convencionales, como hizo Gregor Jordan a principios de este siglo en una cinta protagonizada por Heath Ledger y Orlando Bloom como su amigo inseparable Joe Byrne. Él ha creado un pasado distópico en el que la banda del criminal parece una de rock, algo que seguramente ya intentó Tony Richardson en 1970 cuando contó para su particular Ned Kelly con el rostro de Mick Jagger.
Kurzel ha convertido el material de arranque, que a pesar del título confiesa ya desde el primer fotograma que lo que vamos a ver dista mucho de ser real, en un espeluznante catálogo de barbaridades y perversidades, desde niños empuñando armas y apuntando a sus víctimas a matanzas de animales a sangre fría, pasando por relaciones sexuales ambiguas y equívocos complejos de Edipo, y todo bañado por suciedad y sangre extremas.
Sin embargo su vocación parece querer ser poética, con carreras continuas de hombre travestido de mujer de rojo a caballo por bosques desolados y nevados, como revelador ejemplo. George MacKay (Marrowbone, 1917) se empeña a fondo física y expresivamente para intentar al menos transmitir el dolor y la angustia de su trayectoria vital desde niño (Orlando Schwerdt, con gran parecido con el actor británico) que le ha llevado a perpetrar los crímenes por los que su personaje fue colgado en 1880. A nosotros y nosotras solo nos queda rendirnos a sus fondos y formas o simplemente sentir repugnancia y aburrimiento.
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