miércoles, 9 de marzo de 2022

LOS AMORES DE ANAÏS Sensualidad bajo el sol

Título original: Les amours d’Anaïs
Francia 2021 97 min.
Guion y dirección
Charline Bourgeois-Tacquet Fotografía Noé Bach Música Nicola Piovani Intérpretes Anaïs Demoustier, Valeria Bruni Tedeschi, Denis Podalydés, Jean-Charles Clichet, Christophe Montenez, Xavier Guelfi, Anne Canovas, Bruno Todeschini, Annie Mercier, Grégoire Oestermann Estreno en el Festival de Cannes 10 julio 2021; en Francia 15 septiembre 2021; en España 4 marzo 2022


Después de un par de cortometrajes, el segundo de ellos, Pauline Asservie, también protagonizado por Anaïs Demoustier y casi esbozando el tema y tratamiento de este debut en el largometraje, la realizadora francesa Charline Bourgeois-Tacquet lo apuesta todo a la ligereza y el encanto de un guion autocomplaciente y luminoso, y sobre todo al carisma de sus dos protagonistas femeninas, de las que explota toda su potencial sensual y feminidad.

Como si estuviera buscando su propio tono y en ello se dejase llevar por el legado cinematográfico de su país, las correrías de Anaïs, nunca mejor dicho, arrancan al ritmo frenético del piano de Nicola Piovani, y estos detalles en principio insignificantes nos llevan inevitablemente a Los cuatrocientos golpes de Truffaut y el origen de la Nouvelle Vague, que más tarde se intensifica cuando descubrimos la incontinencia verbal de la joven protagonista y de gran parte de su entorno social, y ello nos recuerda al cine de Éric Rohmer. La resplandeciente luz que todo lo impregna y llena de colores la pantalla, el encanto del verano y la ropa ligera, los cuerpos que asoman y una sensualidad inconfundiblemente femenina y hasta feminista, logran un film agradable si bien irrelevante, que solo se disfruta en función de sus actrices.

No obstante, con su protagonista a veces no sabemos si comulgar o directamente detestar entre tanta despreocupación, lamento puntual al son del que Purcell compuso para Dido, y correría frenética para no perderse nada y estar en todos sitios. Acabamos así prefiriendo el personaje de Valeria Bruni Tedeschi, más equilibrada y sosegada que de costumbre, y siempre tan buena actriz, cuya sensatez y sentido de la responsabilidad se adueñan de la función y da más carácter al conjunto. Además si la escritora a la que encarna manifiesta su admiración por Gena Rowlands y Opening Night de Cassavettes, todavía mejor.

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