UN HÉROE Mezquindad humana

Título original: Ghahreman
Irán-Francia 2021 127 min.
Guion y dirección Asghar Farhadi Fotografía Ali Ghazi y Arash Ramezani Intérpretes Amin Jadidi, Mohsen Tanabandeh, Sahar Goldust, Fereshteh Sadre Orafaiy, Ehsan Goodarzi, Sarina Farhadi, Mohammad Aghebati, Saleh Karimaei, Ali Ranjbari Estreno en el Festival de Cannes 13 julio 2021; en Irán 27 octubre 2021; en España 4 marzo 2022

Cuando Asghar Farhadi estrenó A propósito de Elly, su primer éxito internacional, ya tenía tres películas en su haber. Desde entonces no ha dejado dudas sobre su estilo narrativo e intenciones dramáticas. Con cintas como Nader y Simin, una separación y El viajante (ambas galardonadas con el Oscar a la mejor película de habla no inglesa), ha ido tejiendo su particular estilo en el que el thriller más intenso y claustrofóbico sirve para poner en evidencia las debilidades de un sistema anclado en valores ancestrales y jerarquías sociales más propias del medievo, siempre en el seno de una sociedad que lucha por modernizarse y limar aunque solo sea en las apariencias sus limitaciones. Estas premisas las ha puesto en marcha incluso cuando ha rodado fuera de su país en entornos más avanzados y sofisticados, como Francia en El pasado y España en Todos lo saben.

Ese toque de thriller intenso, que te engancha prácticamente desde el minuto cero, lo pone en práctica también en esta película que cuenta las desventuras de un joven recluso, padre de un hijo con problemas de comunicación, que aprovecha un permiso para salir de la cárcel en la que se encuentra por una deuda impagada, para paliar parte de la deuda y solicitar la retirada de la denuncia que le permita salir de prisión y rehacer su vida laboral y personal. Una serie de vicisitudes le irán experimentando la gloria, mientras una galería de personajes e instituciones irán aprovechando su situación para vanagloriarse, lograr aspiraciones y trabajar de forma aparentemente altruista aunque realmente interesada, poniendo una vez más en evidencia la mezquindad humana, más palpable cuando la necesidad y la falta de oportunidades apremia. El concepto del honor, especialmente cuando hijos de por medio, se convierte así en poderoso leit motiv de la función.

Farhadi una vez más retuerce su argumento para lograr estos ambiciosos objetivos, pero como lo hace tan bien y de manera tan convincente, los logra sobradamente, ofreciendo un espectáculo solvente, tenso y envolvente, a la vez que ideal para reflexionar no solo sobre estas sociedades en continuo modelaje aunque ancladas en el pasado, sino también sobre nuestro propio ideario, nuestras motivaciones y la eterna mezquindad que promueve la mayoría de nuestros comportamientos en la vida. El magnífico trabajo de los actores y actrices, y un montaje a la altura de la empresa, logran uno de los títulos más estimulantes en los que llevamos de año.