viernes, 31 de octubre de 2025

UNA ROSS MÁGICA EN LAS EXPERTAS MANOS DE MICHEL PLASSON

Sinfónico 4: Le Grand Tour. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Lise Berthaud, viola. Michel Plasson, dirección. Programa: Harold en Italia Op. 16, de Berlioz; La Valse y Suite nº 2 de Dafnis y Cloe, de Ravel. Teatro de la Maestranza, jueves 30 de octubre de 2025


La última vez que pudimos disfrutar de la mano experta del veterano Michel Plasson fue en 2022. Dirigió entonces unas inolvidables funciones de Peleas y Melisande de Debussy. Un año antes dirigió frente a la ROSS un programa muy similar al que presentó anoche y repetirá hoy, la Sinfonía Fantástica de Berlioz y el Bolero de Ravel. Tres compositores fetiche del legendario y muy querido director, que ostenta desde hace tiempo el cargo de director honorario de la orquesta sevillana.

Reunir en un mismo concierto un viaje tan estimulante como el que propone Harold en Italia de Berlioz con dos piezas icónicas de Ravel, una muy divulgada en los atriles de la Sinfónica, La valse, la otra, menos frecuente pero de tal belleza y calidad que hace añorar que no se interprete Dafnis y Cloe, el ballet al que pertenece, en su integridad, constituye sin duda un gozo para cualquier persona aficionada a la gran música, la que nos une y nos hace más fuertes, seguros y felices. Eso y el cariño que se le dispensa al maestro fueron sin duda los detonantes para que este cuarto concierto del ciclo sinfónico de la ROSS registrara tan buena entrada, y a su principal artífice se le aplaudiera mucho y con tanto cariño y admiración.

Melancolía puramente romántica

La violista Lise Berthaud fue la encargada de incorporar al protagonista de este viaje sensual y atmosférico por tierras itálicas que propone Harold en Italia, de Héctor Berlioz. Esta es la primera vez que la artista también gala colabora con Plasson, que a sus noventa y dos años exhibió una fuerza arrolladora y una pasión inigualable para levantar con firmeza y precisión la compleja construcción que soporta tan magistral obra. Que Paganini rechazara estrenarla por exigirle demasiados parones, se evidenció en las aparentemente incómodas esperas que tuvo que sufrir la violista, frente a la exuberante orquestación de una pieza a la que Plasson prestó una esmerada atención.

Hace poco nos llamó la atención el entusiasmo con el que otro gran Michel afrontaba sus últimos conciertos en el documental Érase una vez Michel Legrand, y comprobamos que también Plasson pone toda su alma y corazón en aquello que seguramente da más sentido a su vida, la música. Sólo así se consiguen resultados tan extraordinarios, logrando de cada instrumento y conjunto una precisión extraordinaria, y de cada verso una emoción inusitada. Situar los violonchelos tras los violines y las violas debió influir en tan magnífico resultado, ampliando las posibilidades tímbricas y expresivas de una página con tanto color y relieve.


También las arpas estuvieron alejadas entre sí, con especial mención a una impecable Daniela Iolkicheva, mientras un violín fantasmagórico apareció de la nada, casi en las bambalinas, para fusionarse con la viola al final de tan cálido y efervescente viaje. Entre tanto, el punteado de los contrabajos, la fuerza de los trombones y las trompas, y la sensualidad de la cuerda, lograron efectos fascinantes, especialmente en una marcha de peregrinos absolutamente hipnótica, con delicados contrastes dinámicos y aportaciones también mágicas de la solista, especialmente unos acordes arpegiados premeditadamente metálicos y un punto estridentes. En la serenata, Berthaud logró pasajes llenos de ternura y calidez pastoril, hasta que en la orgía de bandidos final todos al unísono respondieron con una fuerza casi destructiva.

La sensualidad hecha música

Pocos como Plasson pueden extraer tanta sensualidad y magia de la música de uno de nuestros favoritos, Maurice Ravel. Nos puede parecer que conocemos La valse sobradamente, para que llegue un artista descomunal y nos haga oír y sentir texturas y síncopas nuevas, desconocidas. Es lo que pasó fundamentalmente en un arranque tan diseccionado y medido como el que ofreció Plasson con la inestimable ayuda de los maestros y maestras de la orquesta, absolutos expertos en la materia. A partir de ahí, pura sensualidad y una embriagadora vehemencia en los pasajes más dinámicos y enérgicos, todo un torbellino fantástico y, en cierto modo, fatal.

De la sinfonía coreográfica Dafnis y Cloe, Plasson interpretó la segunda suite, que prácticamente coincide con la tercera parte de la obra completa, pero sin coros. Una perfecta comunión con la naturaleza protagonizó la introducción, con aportaciones sensacionales de la cuerda grave. Con una inteligente mezcla de ternura e inquietud, Plasson insufló de sincero lirismo una pieza que así interpretada logra conmover hasta límites insospechados, para en el descomunal final describir una bacanal arrolladora y extraer nuestros instintos más primitivos y apasionados.

De manera insólita por tratarse de un concierto de abono, ante los arrebatados aplausos dispensados por el público, y visiblemente emocionado, Plasson ofreció una propina con forma de expresiva elegía, el adagietto de La Arlesiana de Bizet, pura delicadeza y conmoción espiritual.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 30 de octubre de 2025

EDÉN La isla de las manipulaciones

Título original: Eden
USA 2024 129 min.
Dirección
Ron Howard Guion Noah Pink Fotografía Matthias Herndl Música Hans Zimmer Intérpretes Jude Law, Ana de Armas, Vanessa Kirby, Sydney Sweeney, Daniel Brühl, Jonathan Tittle, Felix Kammerer, Toby Wallace, Ignacio Gasparini, Richard Roxburgh, Paul Gleeson, Thiago Moraes Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2024; en Estados Unidos 22 agosto 2025; en España (Amazon Prime) 24 octubre 2025 


Siguiendo la estela de películas que adaptan material previamente llevado al documental, Edén ofrece en versión ficción la historia que hace diez años se contó en The Galapagos Affair: Satan Comes to Eden, un interesante documental sobre el misterio que rodeó la estancia de una serie de personajes en el período de entre guerras, la década de 1930, en una de las Islas Galápagos, Floreana. Allí se mudó el doctor Friedrich Ritter y su compañera Dore Strauch, en busca del reposo y el aislamiento que le permitiera reflexionar en términos filosóficos sobre el devenir de la humanidad, siguiendo ese peligroso ciclo democracia-fascismo-guerra en el que lamentablemente parece que nos encontramos en la actualidad. 
Pronto se les adhirieron la familia Wittmer también provenientes de Alemania, admiradores del trabajo de Ritter. La convivencia no fue fácil, pero menos aún lo fue cuando apareció el tercer personaje en discordia, una supuesta baronesa y su séquito, con la supuesta intención de construir un hotel de lujo. A partir de ahí se sucedieron manipulaciones, rencillas, traiciones e intrigas, convirtiendo el supuesto paraíso en un pequeño paradigma de la verdadera condición humana.

Quizás no sea Ron Howard el director más apropiado para llevar a la pantalla una historia tan sórdida, sombría y cruel, lo que hace seguramente que no nos encontremos ante una de sus mejores películas, como las recientes Rush o Trece vidas, pero tampoco es de las peores, y al menos sirve para conocer esta inquietante e insólita historia. El encargado del guion ha probado ya cierta pericia en el trabajo con personajes reales, como atestiguan la serie Genius y la película Tetris.

En su multiestelar reparto destaca el trabajo de Ana de Armas, muy involucrada como baronesa, mientras el aspecto musculado de Jude Law no sintoniza con la precariedad alimenticia que está obligado a soportar en la angosta isla. Aparte de las gratuitas referencias pictóricas al Caminante sobre el mar de nubes de Caspar David Friedrich, y a un metraje desmesurado, la cinta se deja ver con cierto interés y curiosidad, y merece entre otras cosas por el, a nuestro juicio, espléndido trabajo de la actriz hispano cubana.

martes, 28 de octubre de 2025

LOS SUDARIOS Conectados con la muerte

Título original: The Shrouds
Canadá-Francia 2024 116 min.
Guion y dirección
David Cronenberg Fotografía Douglas Koch Música Howard Shore Intérpretes Vincent Cassel, Diane Kruger, Guy Pearce, Sandrine Holt, Elizabeth Saunders, Jennifer Dale, Ingvar Eggert Sigurdsson, Jeff Young Estreno en el Festival de Cannes 20 mayo 2024; en Canadá 25 abril 2025; en España (Filmin) 19 septiembre 2025

David Cronenberg
es uno de los directores más veteranos en activo; su primera película se remonta al año 1969, y desde entonces ha dirigido veintidós películas e intervenido en otras tantas como productor, actor o cualquier otro oficio cinematográfico y cinéfilo. Y es que de cinefilia se trata cuando habiendo perdido el interés del público desde hace tanto, prácticamente desde Un método peligroso, justo después de contar con el mayor favor del mismo en las cintas Una historia de violencia y Promesas del este, algunos seguimos confiando en su cine, sus propuestas siempre tan al margen de lo habitual, tan en su propio universo, ensimismado en sus paranoias y traumas.

En este caso parece querer exorcizar el dolor experimentado hace ocho años, cuando falleció su esposa. Un rico empresario crea un cementerio en el que los vivos pueden comprobar el estado de descomposición de sus seres queridos en tiempo real, a través de unos sudarios digitalizados que graban en formato tridimensional los cuerpos que cubren. Es la forma que tiene el protagonista, Vincent Cassel, de mantener el contacto con su esposa fallecida tras una larga enfermedad que le ha provocado la mutilación y el deterioro progresivo de su, por otro lado, hermoso cuerpo, una constante en el cine de Cronenberg. Pero dobles, celos, amantes, avatares y conspiraciones internacionales potenciarán también ese contacto de forma más física y real.

Cronenberg insiste en una puesta en escena fría y poco o nada emotiva, pero esa misma sequedad, adornada con misteriosos diálogos, espacios tan estilizados como delicadamente iluminados, y el uso de nuevas tecnologías domésticas que nos acercan al futuro sin dejar el presente, logran cierta fascinación que hace válida una vez más su propuesta. La obsesión por la decadencia de nuestros cuerpos, unido a una apuesta por la necrofilia que no se presenta desdeñable, contribuyen a que el film no pase desapercibido y consiga paladearse como una rara avis. En su décimo séptima colaboración con el director canadiense, Howard Shore se muestra tan minimalista y espiritual que apenas logra conectar con el épico compositor de El señor de los anillos.

lunes, 27 de octubre de 2025

LABERINTO EN LLAMAS Speed abrasador

Título original: The Lost Bus
USA-Reino Unido 2025 129 min.
Dirección
Paul Greengrass Guion Brad Ingelsby y Paul Greengrass, según el libro “Paradise: One Town’s Struggle to Survive an American Wildfire” de Lizzie Johnson Fotografía Pal Ulvik Rokseth Música James Newton Howard Intérpretes Matthew McConaughey, America Ferrera, Yul Vazquez, Ashlie Atkinson, Danny McCarthy, Spencer Watson Estreno en el Festival de Toronto 5 septiembre 2025; en Estados Unidos 19 septiembre 2025; en España (Apple TV) 3 octubre 2025


El en otra época interesante Paul Greengrass (Bloody Sunday, El mito de Bourne, United 93) empezó a dar señales de flaqueza con Capitán Phillips, aunque luego remontó con Noticias del gran mundo. Ahora, cinco años después, aterriza en una plataforma digital, eso que podemos considerar, en su caso y el de otros colegas suyos, un cementerio de elefantes. El guion ha convertido la odisea personal de Kevin McKay, un conductor de autobús escolar que logró salvar una veintena de niños y niñas del devastador incendio Camp de California de 2018, en un drama familiar, una especie de segunda oportunidad para restaurar la deteriorada relación con su único hijo.

Nada que ver con la historia personal del verdadero personaje, a quien la pronta evacuación de su madre y novia permitió enfocarse en la responsabilidad que tenía por delante, conduciendo el abrasador vehículo por oscuras y laberínticas sendas en los bosques rodeados por las llamas. Un trabajo que Greengrass ha dirigido con carácter rutinario y algo despreocupado, merced al habitual exceso de metraje, convirtiéndola en una tediosa aventura sobrecargada de efectos visuales que dificultan su credibilidad. Aquellas películas de catástrofes de los setenta del pasado siglo mostraban historias corales que adornaban el espectáculo y le daban un cariz sentimental y emotivo que suplía los efectos todavía rudimentarios de la época.

Ahora casi todo se confía a los efectos (digitales) y se desprecia el factor humano, aunque en este caso se inmiscuya solapadamente en la base de la empresa. Todo se nos antoja incluso un poco caótico, como en aquel Volcano de finales del pasado siglo. McConaughey y Ferrera abanderan la aventura de la misma forma que Keanu Reeves y Sandra Bullock lo hacían en Speed, sustituyendo la amenaza terrorista por la de esa naturaleza que tanto maltratamos, como deja claro el guion, ya sea a través del discurso del jefe de unos bomberos con poca acción, o los créditos finales.

UNA CASA LLENA DE DINAMITA Engendrando enemigos

Título original: A House of Dynamite
USA 2025 112 min.
Dirección
Kathryn Bigelow Guion Noah Oppenheim Fotografía Barry Ackroyd Música Volker Bertelmann Intérpretes Idris Elba, Rebecca Fergusson, Gabriel Basso, Jared Harris, Tracy Letts, Jason Clarke, Moses Ingram, Jonah Hauer-King, Greta Lee, Anthony Ramos, Malachi Beasley, Brian Tee Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre 2025; en Estados Unidos 10 octubre 2025; en España (Netflix) 24 octubre 2025


Reina del thriller político actual, tras ganar el Oscar con En tierra hostil y labrarse una prestigiosa carrera con títulos como La noche más oscura y Detroit, Kathryn Bigelow insiste en el género presentando para una plataforma digital, tras su paso por Venecia, esta crónica realista sobre un posible ataque con misil nuclear al corazón de Estados Unidos. La cinta cuenta con el nervio y la fuerza que ha demostrado su directora en anteriores ocasiones. Claro que se trata del típico nervio traducido en cámara inquieta, agitada y mareante que a estas alturas no provoca más que hartazgo.

Tampoco resulta muy original, aunque la fórmula siempre sea atractiva, lo de contar la misma historia desde tres puntos de vista distintos, en este caso con el protagonismo de Rebecca Fergusson, como encargada de estrategia y seguridad militar en la Casa Blanca, Gabriel Basso, joven asesor político, y el presidente del país, encarnado con convicción y aplomo por Idris Elba, un claro ejercicio nostálgico de Obama frente al impresentable Trump. En definitiva, el guion de Noah Oppenheim (Jackie, El corredor del laberinto) rescata los miedos de la Guerra Fría, pero esta vez con Corea del Norte y China sumándose a Rusia en cuanto a las sospechas de autoría del ataque.

Se trata de resolver quién ataca y cómo neutralizar el misil, aunque al final lo que queda claro es cómo las políticas exteriores del país le han propiciado tantos y tan fuertes enemigos, lo que lógicamente se puede pagar caro. El problema reside en contar lo mismo tres veces, lo que acaba resultando reiterativo y sólo atractivo como ejercicio de estilo y puzzle en el que encajar todas las piezas, alargando innecesariamente una historia a la que el tiempo real impide un desarrollo más complejo y convincente.

domingo, 26 de octubre de 2025

LOS DOMINGOS Lejos del mundanal ruido

España-Francia 2025 110 min.
Guion y dirección
Alauda Ruiz de Azúa Fotografía Bet Rourich Intérpretes Blanca Soroa, Patricia López Arnaiz, Miguel Garcés, Juan Minujín, Mabel Rivera, Nagore Aranburu, Irina Robledo Espinosa, Guille Zani, Víctor Sainz, Itziar Aizpuru, Noe Chiroque, Florinda Okomo, Bego Aristegui Estreno en el Festival de San Sebastián 21 septiembre 2025; en salas 24 octubre 2025


La nueva película de Alauda Ruiz de Azúa, directora de Cinco lobitos y la serie Querer, llega a las pantallas con la Concha de Oro bajo el brazo, dispuesta a generar debate entre el numeroso público que de seguro está dispuesta a congregar. Y lo hace con un tema largamente abandonado en el cine mundial, salvo por ese arsenal de películas de carácter catecumenal que visitan las salas para gozo de las clases más reaccionarias, el de la vocación religiosa. Los cimientos están en el colegio concertado en el que cursa sus estudios la joven protagonista. Pero ahí lo cursaron también su padre y su tía, y sus miradas son muy distintas a la de ella, generando una especie de curiosa trinidad dispuesta a agitar nuestras opiniones al respecto de una decisión que afecta a una familia de la burguesía vasca. Allí, en el colegio, la joven canta en un coro que entona en castellano, inglés o vasco temas de amor al Santísimo, sigue las indicaciones de un joven y atractivo sacerdote que le sirve de asesor espiritual y quizás de gancho atractivo, y disfruta de retiros espirituales próximos a conventos que le abren la posibilidad, parafraseando a Thomas Hardy, de alejarse del mundanal ruido. El mismo ruido que representa una familia en la que no faltan los problemas económicos y sentimentales, y del que podría desembarazarse recluyéndose en un remanso de paz y silencio.

Puede, no obstante, que la sugestión y el autoconvencimiento le hagan realmente experimentar esa llamada que ansía, pues no nos encontramos ante un film contestatario, sino que más bien practica desde el respeto y la contención el sano ejercicio de dejar que seamos cada uno y una quienes interpretemos el drama que acosa a esta en otros tiempos acomodada familia. Quizás no sea ella, la joven a las puertas de la universidad y de conocer tantas y tantas experiencias, a las que desde luego no parece cerrarse del todo, sino su tía, magistralmente interpretada por Patricia López Arnaiz, quien funcione como eje central de esta inquietante historia. Quizás ella nos represente mejor que ningún otro personaje, centre nuestra incredulidad y nuestro convencimiento absoluto de que todo son patrañas, incompatible con la sensatez y, desde luego, con el rigor científico, que es lo que nos hace avanzar como sociedad en busca de una verdadera igualdad y un sincero bienestar. Ella es, con toda su fuerza, quien lucha contra una decisión a la postre disparatada, mientras un padre interesado se abandona a sus propios objetivos, más pendientes del saneamiento económico que de la felicidad de su hija, y la joven se presenta completamente convencida de su arriesgada decisión, mientras a su alrededor se teje una telaraña sibilina que la empuja a una presunta luz, especialmente tras una reveladora escena que ya no deja huecos a la trama.

Ruiz de Azúa es la autora del delicado guion, estructurado en gran parte alrededor de una mesa de comedor, mientras la matriarca logra domingo tras domingo, mantener a la familia aparentemente unida y dispuesta a debatir el problema, como también lo haremos nosotros y nosotras al término de la proyección. Un libreto tan inteligente como para dejarnos libres frente a la interpretación de los hechos. Pero sobre todo dirige, porque ésta es una película de actrices y actores, y ella sabe muy bien lo que necesita de cada uno y una de ellas, y lo consigue. Todo responde, en última instancia, a otro vestigio de épocas pasadas, a una involución que tarde o temprano nos pasará cuenta e irá, si no lo remediamos pronto, hacia la demolición de nuestros valores y principios, que creíamos tan asentados y a los que redes sociales y otros agentes tanto daño les están haciendo.

sábado, 25 de octubre de 2025

ÉRASE UNA VEZ MICHEL LEGRAND La larga agonía de la juventud

Título original: Il était une fois Michel Legrand
Francia 2024 120 min.
Dirección
David Hertzog Dessites Guion David Hertzog Dessites y Willy Duraffourg Fotografía Nicolas Beauchamp Documental Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2024; en Francia 4 diciembre 2024; en España (Movistar+) 11 octubre 2025

¿Quiénes nos hacen felices en esta vida, además de nuestros seres más cercanos y queridos? Seguramente la gente de la cultura, los y las que se dedican a la escritura, al arte, a la música… A mí, Wagner o Strauss aparte, me han hecho muy feliz, en el marco de las bandas sonoras de películas que tanto me han enseñado y me han hecho crecer, Jerry Goldsmith, Bernard Herrmann, ´Henry Mancini, Miklós Rózsa… y Michel Legrand. Con ocasión de su único concierto en Sevilla, en enero de 2028, a punto de cumplir ochenta y seis años y sólo un año antes de dejarnos, escribí Gracias, Sr. Legrand, su música nos ha hecho muy felices, y su talante nos inspira ternura e infinito amor. Este documental que se presentó en Cannes en 2024, se estrenó en Francia a las puertas de Navidad de ese mismo año, y desde el pasado 11 de octubre se puede ver en España en Movistar, es también una declaración de amor en ese mismo sentido, en esta ocasión del cineasta francés, precisamente nacido en Cannes, David Dessites.

El retrato de un hombre incansable, que al final de su paseo por esta extraña y misteriosa vida, declaró que la infancia nos marca tanto que recordamos todo aquello que nos hace sentir como niños, mientras tendemos a olvidar todo lo demás. Echando mano de material impagable de archivo, grabaciones televisivas, conciertos, testimonio de amistades como Louis Malle, Jacques Demy, Quincy Jones, Alan Bergman y tantos y tantas otras, y grabaciones domésticas, acabamos entendiendo que lo que movía su vida y su entusiasmo, lo que le hacía sentir vivo y entusiasmado con una vida que también tuvo sus momentos bajos, era la música.

Hay una canción que me emociona enormemente, siempre me hace llorar, sin tener que relacionarla con nada en concreto, ningún momento específico de mi vida o mi entorno, ninguna película, nada, sólo la melodía y el gusto exquisito con que lo canta Kiri Te Kanawa (la versión que conozco) acompañada por Legrand a la orquesta. Se trata de Comme elle est longue a mourir ma jeunesse, que se podría traducir como Qué larga es la agonía de mi juventud. Pues eso, dicho en sentido positivo, qué larga fue la agonía de la juventud de Michel Legrand, cuánto disfrutó de su música hasta el último momento, como testimonia ese último concierto que dio en la Sala Pierre Boulez de la Philharmonie de París, en diciembre de 2018, o el concierto sevillano, que uno en el límite de la ilusión cree ver reflejado en una instantánea de este documental, cuando el maestro y sus músicos saludaban a quienes tuvimos la suerte de disfrutar por última vez en directo con la música de una persona excepcional, un músico irrepetible.

FRANKENSTEIN ¿Monstruo o super héroe?

USA-México 2025 149 min.
Guion y dirección
Guillermo del Toro, según el libro de Mary Shelley Fotografía Dan Laustsen Música Alexandre Desplat Intérpretes Oscar Isaac, Jacob Elordi, Mia Goth, Christoph Waltz, Lars Mikkelsen, Felix Kammerer, Ralph Ineson, Charles Dance, David Bradley, Christian Convery Estreno en el Festival de Venecia 30 agosto 2025; en Estados Unidos 17 octubre 2025; en España 24 octubre 2025; en internet (Netflix) 7 noviembre 2025


Treinta años después de que Kenneth Branagh, auspiciado por Francis Ford Coppola y el éxito de su Drácula, presumiera de ofrecernos la versión definitiva y más fiel del relato de Mary Shelley sobre el nuevo Prometeo, Guillermo del Toro retoma para las nuevas generaciones el mito, tomándose algunas licencias, especialmente en el doble punto de vista del relato, la primera mitad desde la óptica del doctor y la segunda de la propia criatura, y sobre todo en el tratamiento físico e intelectual del monstruo, que luce más hermoso que nunca en las facciones y el imponente físico, cicatrices mediante, de Jacob Elordi (Saltburn, Priscilla y próximamente una nueva versión de Cumbres borrascosas). Pero disfruta también de una fuerza descomunal y una capacidad para cicatrizar sus heridas y regenerar sus miembros, que lo convierten directamente en una suerte de súper héroe, tema que del Toro también ha cultivado en Hellboy. Y t
odo para contar en síntesis la misma historia que incide en la inocencia con la que venimos al mundo y cómo ésta se va degenerando y pervirtiendo ante la fealdad y la maldad de cuanto nos rodea.

Del Toro pone en la empresa un gran esfuerzo estético, logrando un film disfrutable sobre todo por su majestuosa e imponente puesta en escena, aunque en el apartado de efectos visuales parezca que los logros de los últimos veinte años se hayan quedado por el camino. Sólo así se explica que los lobos luzcan tan rudimentarios a nivel digital en aspecto y movimiento. Una recreación de la época que no persigue la fidelidad sino la fantasía, con vestuario colorista e imaginativo, suntuosas estancias de estilos muy diversos y un regusto en la fotografía que al final se convierte en lo más destacado de un film que significativamente entretiene.

Oscar Isaac luce algo desmadrado como Dr. Frankestein, mientras Mia Goth aporta una fría y calculadora belleza, física e intelectual, a su personaje de Elizabeth, signo de los tiempos. El resto, Waltz y Dance sobre todo, aporta categoría, y las gélidas aguas en las que se ambientan el prólogo y el final, belleza y esa pizca de terror que la cinta no persigue, a favor de un factor poético que tampoco logra atesorar en toda su dimensión, ni siquiera con la inspirada y variada banda sonora de Desplat. El hecho de que se haya distribuido de forma limitada en salas, y no precisamente las más aventajadas, a la espera de su estreno en Netflix dentro de dos semanas, resulta un despropósito si lo que más ofrece es esa hermosura estética que merece disfrutarse en una pantalla bien grande.

SPRINGSTEEN: DELIVER FROM NOWHERE Íntimo y personal

USA 2025 120 min.
Guion y dirección
Scott Cooper, según el libro de Warren Zane Fotografía Masanobu Takayanagi Música Jeremiah Fraites y las canciones de Bruce Springsteen Intérpretes Jeremy Allen White, Jeremy Strong, Odessa Young, Stephen Graham, Paul Walter Hauser, Gaby Hoffmann, Marc Maron, David Krumholtz, Grace Gummer Estreno en Estados Unidos y España 24 octubre 2025

Adaptación del libro de Warren Zane que describe la apoteósica gestación de uno de los discos más icónicos de Bruce Springsteen y de la historia de la música en general, Nebraska. El libro y la película toman su título de las últimas palabras de la letra de una de las canciones incluidas en el disco, Open All Night, y viene a describir exactamente el estado de ánimo que respira el personaje y la película durante gran parte de su metraje, pudiéndose traducir por algo así como Devuélveme de ningún sitio, quizás recíclame. Hubo un tiempo en el que para realizar un biopic se ensalzaban sus virtudes, y se le privaban de todos o casi todos sus defectos. De ahí pasamos al extremo contrario, destacando precisamente esos defectos, mayoritariamente vicios. Siguiendo la estela de los superhéroes modernos, la moda nos lleva ahora a potenciar sus traumas, fundamentalmente infantiles, como sucede en esta ocasión. Claro que la producción cuenta con el beneplácito del protagonista, por lo que cabe dar crédito a lo que cuenta y cómo lo hace. Un trauma, o mejor unas experiencias a partir de un padre autoritario y sádico (relevante es la secuencia, más tarde rememorada, en la que lleva al niño a ver la cruda La noche del cazador de Charles Lauhgton), que marcan su devenir emocional y converge en un disco duro y crudo, grabado en su integridad en un portaestudio (grabadora doméstica con cuatro pistas) que permitió al insigne roquero simultanear la voz y hasta siete instrumentos distintos, todos interpretados por él mismo.

Estimulado en parte por el visionado de la película Malas tierras de Terrence Malick, la gestación de esta leyenda discográfica ocupa toda la parte central de la película, y se erige sin duda en lo más interesante y significativo del film. Quizás si Scott Cooper, que hace quince años ya plasmó en celuloide el mundo de la música con Corazón salvaje, esta vez con el country como trasfondo y un Oscar para Jeff Bridges, hubiera puesto más pasión y mayor detalle en esta difícil gestación, con la oposición del sello Columbia y el apoyo de su manager y productor Jon Landau, y un estado emocional propicio a la negrura y el pesimismo de sus excelentes canciones, la cinta hubiera resultado más apasionante. Por el contrario, se pierde en citas sin trascendencia, una historia de amor sin continuidad y demasiada atención a esos miedos y frustraciones de un niño serio e introvertido. Como curiosidad, destaca el episodio en el que Quincy Jones solicita una canción para el álbum de Donna Summer del 82, y éste le presenta Cover Me, que al final se reserva para el álbum Born in the USA, donde confluyen algunos de los temas grabados acústicamente pero que sí salvaron su versión con la E Street Band, llegando a editarse como segundo sencillo. Para Jones y Summer acabó componiendo Protection.

No podemos acabar destacando el trabajo de sus cuatro protagonistas, un Jeremy Allen White que logra así la oportunidad de saltar al estrellato, después de dar bandazos como secundario y probar el protagonismo con la interesante El clan de hierro y la serie The Bear, y que además pone su propia voz, de forma absolutamente convincente, en las canciones. También destaca el siempre estimulante trabajo de Jeremy Strong, a quien vimos en The Apprentice y Armageddon Time, aquí transformado en Landau, la joven Odessa Young en un papel tan encantador como dramático, Faye, la novia de Bruce en aquella tumultuosa época, y Stephen Graham, el padre de la criatura, que destacó también como padre, en otro registro, en la controvertida serie Adolescencia. Ingredientes que hacen que la empresa merezca la pena, aunque echemos en falta ese algo más de pasión y poder de fascinación que su trama central reclama.

viernes, 24 de octubre de 2025

IDILIO ROMÁNTICO DE SHI-YEON SUNG Y LA ROSS

Sinfónico 3: Romanticismos. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Matías Piñeira, Joaquín Morillo Rico, Juan Manuel Gómez y Adrián Díaz Martínez, trompas. Shi-Yeon Sung, dirección. Programa: Romeo y Julieta, de Chaikovski; Konzertstück para cuatro trompas y orquesta en Fa mayor Op.86, de Schumann; Suite de El caballero de la rosa Op. 59, de Strauss. Teatro de la Maestranza, jueves 23 de octubre de 2025


La de ayer fue la primera de las dos comparecencias con las que la directora surcoreana Shi-Yeon Sung sellará esta temporada su intervención como batuta invitada de la Sinfónica de Sevilla. El programa elegido miró hacia la voluptuosidad del Romanticismo, en sus vertientes apasionada, amable y desenfadada, así como neorromántica con mirada nostálgica al pasado.

El recorrido arrancó con Chaikovski, y con perdón de Bellini, Gounod y hasta de Prokofiev, la mirada más popular jamás concebida en torno a Romeo y Julieta de Shakespeare, sólo al mismo nivel de popularidad que la banda sonora de Nino Rota para el clásico de Zeffirelli. Inició lenta y piadosa con el coral dedicado al Padre Lorenzo, y pronto atisbamos su habilidad para alternar de forma tan equilibrada como elegante, los pasajes más virulentos de la partitura con ese apasionado tema de amor que le da sentido e identidad a esta singular fantasía. Magníficas las aportaciones de las maderas, dotando al conjunto de la ternura que tanto asoma a lo largo de su desarrollo. Sung logró combinar determinación dramática y máxima intensidad sonora y sensual, hasta vislumbrar el trágico final de los amantes con un cierre íntimo y recogido, antes del apoteósico punto y final.

Cuatro trompistas cuidadosamente seleccionados

Menos divulgada que la pieza anterior, quizás por la dificultad de conciliar cuatro solistas a la altura de sus exigencias, es la Pieza de concierto para cuatro trompas y orquesta de Robert Schumann. Se trata de una suerte de divertimento con el que el autor, en una de esas escasas épocas de felicidad pletórica que tuvo en su vida, procuró exhibir la dificultad técnica y el virtuosismo del instrumento, la trompa cromática con pistones que había sido recientemente perfeccionada por su colega vienés Leopold Uhlmann.

De izquierda a derecha, Díaz, Gómez, Morillo y Piñeira

El chileno Matías Piñeira llevó la voz cantante durante gran parte del concierto, a pesar de que fue a quien más le acusaron las imperfecciones en forma de temidos desajustes y salidas de tonos, no obstante realizar en general una labor encomiable. Mejor resultó, incluso en las filigranas de la propina, el preludio al acto cuarto de Carmen de Bizet, el solista de la ROSS Joaquín Morillo, muy atento a cada matiz, y la voz a menudo acompañante de Juan Manuel González y el joven Adrián Díaz Martínez, todos ocupando puestos destacados en orquestas e instituciones dentro y fuera de España.

Quizás faltó algo más de ensayo para pulir la estrecha colaboración y la voz al unísono del conjunto, pero en términos generales, y dada la dificultad del instrumento, la experiencia resultó gratificante. Especialmente logrado fue el diálogo con una atenta Shi-Yeon Sung.

Nostalgia vienesa

Muchos años pasaron desde que Strauss estrenó una de sus óperas más icónicas hasta que decidió extraer parte de su material para convertirlo en suite, primero en 1934 fijando su atención fundamentalmente en los valses que tanto representan el imperialismo vienés al que miraba con sentido tanto irónico como nostálgico. Así hasta 1946, que fue extrayendo nuevas suites que convergieron en una más ecléctica con pasajes de los tres actos de la función.

Apenas veinte minutos, escasos para cubrir toda una segunda parte de un concierto sinfónico convencional, que podría haberse doblado con alguna otra composición de Strauss, que con esa duración tiene bastantes, pero suficiente para emocionarnos y dejarnos seducir por la voluptuosidad de una partitura irrepetible. Sung cuidó todos los resortes que hacen de la pieza un festival de sensualidad e incluso erotismo, logrando una comunión perfecta con cada solista convocado, especialmente violín y chelo primeros. En términos generales, Sung logró una lectura sofisticada de la magistral partitura, un recorrido repleto de nostalgia y sensualidad, y el público, a pesar de la brevedad, aplaudió notablemente satisfecho.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 23 de octubre de 2025

LA VIDA DE CHUCK Danza de vida y muerte

Título original: The Life of Chuck
USA 2024 110 min.
Guion y dirección
Mike Flanagan, según un relato corto de Stephen King Fotografía Eben Bolter Música The Newton Brothers Intérpretes Tom Hiddleston, Jacob Tremblay, Benjamin Pajak, Cody Flanagan, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Carl Lumbly, Mark Hamill, Mia Sara, Trinity Jo-Li Bliss, Q’orianka Kilcher, Harvey Guillén, Matthew Lillard, David Dastmalchian, Annalise Basso, Taylor Gordon y la voz (en versión original) de Nick Offerman Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2024; en Estados Unidos 13 junio 2025; en España 17 octubre 2025


Prolífico donde los haya, la bibliografía de Stephen King ha sido ampliamente adaptada al cine y la televisión, generando un catálogo de cine de terror y fantasía inabarcable. El propio director de esta película, que se consagró con títulos como Oculus, Ouija o de la mano del propio King con Doctor Sueño, prepara el lanzamiento próximo de una serie basada en Carrie. Pero hay algunas obras de su catálogo que tocan temas de carácter más emotivo o sentimental, y que también han conocido su versión cinematográfica, como Cadena perpetua, Cuenta conmigo, Corazones en Atlántida o La milla verde. A este apartado pertenece esta película con raíz en Frank Capra y la celebración del individualismo como forma también de acceder y contribuir al bienestar y la felicidad de quienes nos rodean. Ni la película ni la historia corta en la que se basa renuncian al ingrediente fantástico, aunque hay que verla para entender cómo se ha integrado en una cinta que cuenta la vida de una persona corriente en tres capítulos cronológicamente inversos.

De su fallecimiento a la temprana edad de treinta y nueve años, víctima de un tumor cerebral, a su infancia junto a unos entrañables abuelos encarnados por Mark Hamill y Mia Sara, a quien siempre recordaremos como compañera de un jovencísimo Tom Cruise en Legend de Ridley Scott. En el camino, la frustración de tantos y tantas que sabiéndose poseedores de un talento especial, en este caso la danza, ceden al chantaje de la vida convencional y rutinaria. En este sentido, el capítulo central sirve de tránsito entre los otros dos para regalarnos una sensacional secuencia de baile en la que el protagonista, Tom Hiddleston, Loki en la serie Los vengadores, y una improvisada compañera Annalise Basso se comportan como artistas callejeros al son de la percusionista Taylor Gordon. Una secuencia que hace tanto añorar aquel cine musical estadounidense, aquí homenajeado a través de Rita Hayworth (una constante en la novela dramática de King) y Gene Kelly al son de la música de Jerome Kern para Las modelos.

El fin del mundo que se avecina en el tercer capítulo y primero de los narrados, así como la torre encantada que aparece en el primero y último en proyectarse, encuentran su justificación en ese devenir vital y mortal de un personaje que pese a vivir poco, parece hacerlo intensamente aún en la rutina convencional a la que el sistema le ha condenado. El resultado de todo esto es un film hermoso, poético a la manera comercial que impera, extraño e hipnótico. Sólo cabe reprocharle el exceso de voz narradora, pero sorprende que aún habiendo ganado el Premio del Público en el Festival de Toronto del año pasado, haya tenido que esperar tanto para estrenarse.

miércoles, 22 de octubre de 2025

UN SIMPLE ACCIDENTE La furgoneta de la resistencia

Título original: Un simple accident
Irán-Francia-Luxemburgo 2025 105 min.
Guion y dirección
Jafar Panahi Fotografía Amin Jaferi Intérpretes Vahid Mobasseri, Mariam Afshari, Ebrahim Azizi, Hadis Pakbaten, Majid Panahi, Mohamad Ali Elyasmehr, Delmaz Nafaji, Afssaneh Najmabadi, George Hashemzadeh Estreno en el Festival de Cannes 20 mayo 2025; en Francia 10 octubre 2025; en España 17 octubre 2025

Aunque somos conscientes del mérito que tiene el cine de Jafar Panahi, durante dos décadas rodado en la clandestinidad, desde el cautiverio, lo que le convierte en un realizador único en el panorama internacional, no logramos sintonizar con su cine. Tira de comedia solapada y un punto grotesca, para mantener ese cine de denuncia y resistencia frente al régimen iraní que ha dilapidado cualquier atisbo de libertad y decencia, y amenaza con ir a más.

Se ha acostumbrado a recopilar premios en todos los certámenes a los que ha presentado su ya nutrido número de películas, hasta por fin lograr la ansiada Palma de Oro en Cannes. Mantiene también ese sentido obsesivo que caracteriza a gran parte de los protagonistas de su filmografía, desde las niñas empeñadas en llegar a casa (El espejo) o en comprar un pez dorado (El globo blanco) a los viajeros del vehículo que el propio Panahi conducía en Taxi Teherán, y ahora cinco personajes incapaces de olvidar un trágico pasado, que a propósito de ese simple accidente del título, ven la oportunidad de zanjar aquellas cuestiones que les atormentan.

Reconocemos, no obstante, la capacidad de Panahi para crear metáforas de la realidad en las que cabe la posibilidad de razonar y utilizar la vía diplomática antes que la violencia con la que estamos acostumbrados se resuelvan este tipo de problemas en el cine estadounidense. Cabe destacar el excelente trabajo interpretativo de ese grupo desbocado de personajes que deambulan en una furgoneta a la deriva, la misma que ellos experimentan frente a un futuro incierto y un pasado atroz. Y de paso, logra mantener una intriga que cambia de objetivo con cada giro de guion, con lo que al final parece que esta vez hemos sintonizado algo más con el reputado cineasta.

martes, 21 de octubre de 2025

BEETHOVEN CON CRITERIO HERREWEGHE

Gran Selección. Orchestre des Champs-Élysées. Philippe Herreweghe, dirección. Programa: Sinfonías nº 6 en Fa mayor Op. 68 “Pastoral” y nº 5 en do menor Op. 67, de Beethoven. Teatro de la Maestranza, lunes 20 de octubre de 2025


Con Philippe Herreweghe y su Orquesta de los Campos Elíseos, arrancó anoche el estimulante desfile de grandes orquestas y batutas con que el Maestranza nos deleitará de nuevo esta temporada. El veterano director ya asomó por aquí hace apenas unos años junto al Collegium Vocale de Gante que él mismo fundó en 1970 y el repertorio que más reconocimiento le ha reportado, el barroco, concretamente Bach y sus dos grandes pasiones.

La cita esta vez fue con la otra gran formación que salió de su instinto e iniciativa, la Orchestre des Champs-Élysées. Pero sobre todo lo era con un repertorio, que aunque ampliamente divulgado desde su sensibilidad y criterio a través del disco, no habíamos tenido oportunidad de disfrutarle en directo. El frágil cambio del clasicismo al romanticismo que representa el rupturista Beethoven, encontró en el director belga la oportunidad de lucir unos criterios interpretativos muy en consonancia con los nuevos tiempos, y en algunos aspectos a años luz del sonido al que se acostumbraron nuestros oídos tras décadas de sinfonismo voluptuoso todavía hoy en práctica.

No cabe duda de que estos criterios cuentan con la admiración e incluso el fanatismo, a juzgar por los incómodos vítores que el veterano director recibió de un asistente al acontecimiento de anoche, de parte del público. No es exactamente nuestro caso, y cuesta abstraerse de esa preferencia a la hora de intentar ser lo más objetivo posible.

Formas ligeras y texturas transparentes

Herreweghe es un músico meticuloso y muy preciso, y eso se manifestó en las formas tan delicadas, ligeras y volátiles con las que abordó la Pastoral de Beethoven. Formas y texturas a las que se amoldó una orquesta reducida a unos cincuenta maestros y maestras, con una disposición harto singular, chelos y contrabajos de frente, los últimos atrás del todo, y violines contrapuestos; por medio violas y maderas, y en las esquinas metales y timbales.


La sexta y la quinta se estrenaron a la vez en diciembre de 1808, en un mismo concierto de aquellos maratonianos que incluían además otras piezas del autor. La atmósfera benigna y espaciosa que inspira la pastoral encontró eco, demasiado, en manos de Herreweghe. Arrancó banal, con tempi rápidos y acentos puntualmente muy marcados, subrayando unas dinámicas que intentaron sin embargo ser moderadas, no muy abruptas. Destacó la claridad de las texturas y los colores, todo muy matizado, con especial atención a los detalles de la orquestación, de forma que todo sonara muy claro, transparente.

Siguió un andante también rápido, sin detenerse en esa hipnótica expresividad que le caracteriza, amortiguando el vibrato al máximo, una constante que se vislumbró también en allegro central, precediendo a la tormenta que marcó el momento más convincente y convencional de la pieza, tras el cual el allegretto final nos supo a poco, menos majestuoso de lo que esperamos, si bien no escatimó en sinceridad. La orquesta respondió con disciplina y precisión, incluidas unas complicadas trompas de la época, con la dificultad añadida que supone, que no pudieron evitar algún pequeño desajuste.

Más afín a la sensibilidad cultivada resultó una Quinta poderosa, regia y vehemente. Hubo aquí una acertada y hábil combinación de concentración, unidad orgánica e impulso rítmico, si bien echamos en falta una mayor progresión de la tragedia inicial al triunfo final, pues más bien nos sonó todo bastante romo, con una expresividad bastante homogénea.

El allegro inicial disfrutó de un intenso dinamismo, mientras de nuevo los tempi rápidos del andante malograron en parte su potencial sentimentalismo y sincera vulnerabilidad. Todo estuvo no obstante en su sitio, sin bien el scherzo central, una de nuestras piezas más queridas por fascinante, resultó demasiado rígido y mecánico. Mucho mejor la fantasmal transición hacia el allegro final, mediante un crescendo que, sin embargo, en otras ocasiones nos ha parecido más inquietante. Espectacular sin paliativos el gratificante y majestuoso movimiento final, y de nuevo el entusiasmo del público, mucho más numeroso que otros lunes.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

lunes, 20 de octubre de 2025

LA DEUDA El trabajo de un buen hombre

España-Rumanía 2025 115 min.
Guion y dirección
Daniel Guzmán Fotografía Ibon Antuñano Música Richard Skelton Intérpretes Daniel Guzmán, Itziar Ituño, Susana Abaitua, Rosario García, Luis Tosar, Mona Martínez, Francesc Garrido, Fernando Valdivieso Estreno en el Festival de Málaga 14 marzo 2025; en salas 17 octubre 2025

Igual que en su ópera prima como director, A cambio de nada, contó con la colaboración como actriz de su abuela Antonia, Daniel Guzmán cuenta ahora con otra viejecita, Rosario García, para contarnos una entrañable y dura película sobre desheredados de la sociedad. Guzmán interpreta a un pobre hombre al que la suerte siempre le da esquinazo, que se encarga de cuidar y mimar a la anciana que le ha educado y mantenido, pero a quien un giro del azar convierte en paria de la sociedad, perseguido por bancos desahuciadores, policías intransigentes y una justicia que sigue demostrando no ser igual para todos. 
La deuda es el trabajo de una buena persona, de alguien que se preocupa por el prójimo, especialmente los más vulnerables, denuncia la injusticia social y se compromete con valores que muchos se apresurarán a tildar de ingenuos y productos del buenismo más ridículo. En el camino, Guzmán comete algún desvarío, que tanto vale como tropiezo del director, que mala decisión del personaje, si bien hay aspectos que no funcionan en una historia que quiere dejar todos los cabos bien atados.

Rodeado de buenos amigos, como Luis Tosar, el actor y director consigue conmover e interesar, gracias a una hábil combinación de cine social y cine de acción bien resuelto incluso en su aspecto técnico. La conmovedora interpretación del protagonista, uno de esos personajes con los que a buen seguro nos cruzamos a diario y no prestamos atención, y de quienes le rodean, especialmente sus tres protagonistas femeninas, logran un film emotivo y de extrema sensibilidad, aunque acabe por sucumbir a la falta de esperanza y de soluciones en un mundo hecho sólo para los más fuertes y despiadados.

Un mundo que necesita de gente desgraciada, aunque sólo sea para que los privilegiados se sientan como tales. Eso explicaría un par de elocuentes y recurrentes localizaciones, barrios o polígonos marginales, sucios y cochambrosos, a las puertas de la opulencia que representan las Torres Puerta de Europa, o esos cuatro rascacielos que tanto se retratan en Madrid, en los que se asientan algunas de las entidades bancarias más poderosas e influyentes.

LA CENA Equilibrio serio y perfecto entre comedia y tragedia

España-Francia 2025 106 min.
Dirección
Manuel Gómez Pereira Guion Joaquín Oristrell, Yolanda García Serrano y Manuel Gómez Pereira Fotografía Aitor Mantxola Música Anne-Sophie Versnaeyen Intérpretes Mario Casas, Alberto San Juan, Asier Etxeandía, Nora Hernández, Óscar Lasarte, Martín Paéz, Elvira Mínguez, Toni Agustí, Ferrán Gadea, Eleazar Ortiz, Carlos Serrano, Carmen Balagué, Eva Ugarte, Xavi Francés, Gloria March, Antonio Resines, Abdel Senouci Estreno en el Festival de San Sebastián 23 septiembre 2025; en salas 17 octubre 2025


Manuel Gómez Pereira
escribe de nuevo junto a sus habituales colaboradores, Yolanda García Serrano y Joaquín Oristrell, el guion de esta película basada en una obra de teatro a la que de forma hábil e inteligente le han otorgado carácter cinematográfico, a pesar de ambientarse toda en el supuesto interior del Hotel Palace de Madrid. Con Serrano colaboró en su última película, Un funeral de locos, inspirada en un éxito relativamente reciente de Frank Oz, mientras con Oristrell lo hizo en la lograda Boca a boca. Los tres juntos han cosechado éxitos de la comedia española de los últimos treinta años como ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, Todos los hombres sois iguales, El amor perjudica seriamente la salud, Reinas, Cosas que hacen que la vida valga la pena o Desafinado. Menos éxito tuvo su incursión en el thriller erótico con Entre las piernas.

Una comedia ambientada en la posguerra civil inmediata, y con Franco entre los personajes, no parecía la idea más acertada y atractiva. Es cierto que son muchas las comedias españolas que se han ambientado en la guerra o la posguerra, con aciertos absolutos como La vaquilla, y en tono más agridulce con ¡Ay, Carmela!, por citar un par de ejemplos. Pero con los tiempos que corren, con el auge inexplicable e insensato de la ultraderecha, y el miedo a una regresión a nivel mundial que mermen o directamente derriben derechos tanto tiempo reivindicados y cultivados, un proyecto así no parecía el divertimento más adecuado. Sin embargo, sus artífices han tenido la sensibilidad suficiente para ofrecer una comedia seria y de buen gusto, que pueda hacer reír, reflexionar y hasta llorar. Lo primero por sus inteligentes gags, sobre todo de carácter verbal, y lo último por la impotencia ante la barbarie y la maldad humana.

La película de Gómez Pereira, desde ya candidata a convertirse en la mejor de su nutrida filmografía, consigue ser todo lo respetuosa y elegante que una cuestión tan trágica y triste como la que cuenta merece. A todo ello contribuye una puesta en escena esmerada en todos los sentidos, y un trabajo actoral de primera categoría, desde un Mario Casas de gesto fruncido y carácter ligeramente apesadumbrado, a un carismático y chisposo Alberto San Juan que también alberga miedos y dudas, pasando por la siempre espléndida Elvira Mínguez o Asier Etxeandía, que logra que su personaje sea esperpéntico sin resultar sobreactuado. Todo perfectamente estudiado y calculado para que ésta sea una comedia que se ve con tristeza y, si me lo permiten, hasta lágrimas en los ojos, con sentimiento y sensibilidad como armas de trabajo.

CAZA DE BRUJAS Entresijos de poder en clave de género

Título original: After the Hunt
USA-Italia 2025 139 min.
Dirección
Luca Guadagnino Guion Nora Garrett Fotografía Malik Hassan Sayeed Música Trent Reznor y Atticus Ross Intérpretes Julia Roberts, Ayo Edebiri, Andrew Garfield, Michael Stuhlbarg, Chloë Sevigny, Lio Mehiel, David Leiber, Thaddea Graham, Will Price Estreno en el Festival de Venecia 29 agosto 2025; en Estados Unidos 10 octubre 2025; en España 17 octubre 2025

No vino bien parado Luca Guadgnino del Festival de Venecia, a pesar de tratarse de su tierra, y sin embargo nos encontramos ante un film nada desdeñable. Tratándose además del primer trabajo como guionista de Nora Garrett, la cosa tiene bastante mérito, aunque puede achacársele algunas consideraciones de carácter ético, especialmente en lo que a condena de género se refiere en el siempre espinoso tema de los abusos sexuales. Con un lenguaje muy sofisticado, a la altura que se supone del profesorado de una universidad de prestigio como Yale, la película nos lleva por la senda de un juicio de valor, el que nosotros y nosotras debemos construir a partir de las pautas y claves que se nos ofrecen, algunas bastante complejas de interpretar. Todo para articular uno de esos análisis, quizás pretencioso en lo que a supuesta profundidad se refiere, respecto a los auténticos valores que sustentan la sociedad estadounidense, como bien se sabe extremadamente materialista.

Guadagnino, emulando a su adorado Woody Allen ya desde los títulos de crédito, no sabemos si un atrevimiento o una licencia consentida, en cuanto a la recreación de ambientes intelectuales y la concepción del drama muy al estilo Dostoievski. Esta crónica de posibles abusos ofrece un juego de poder, dialéctico y espiritual, que no combina bien con el desafortunado título de su distribución en España, frente al más acertado Después de la caza original. Pero como buen producto hollywoodiense que no renuncia a ser, necesita un asidero moral en el que apoyarse, según la definición que de ello tienen en el país, de forma que no llega a haber inocentes ni verdugos claros en este supuesto escándalo en el seno de una institución donde el poder y el dinero también juegan un papel protagonista.

Julia Roberts carga con el peso fundamental de la historia, creando desde la contención y el gesto preciso todo un universo ético en la que reina la confusión y la duda, mientras Ayo Edebiri le da perfecta réplica como presunta perjudicada de la función, y Andrew Garfield aborda su personaje con acierto y responsabilidad. Demasiado contenida Chloë Sevigny y todo lo contrario un latoso Michael Stuhlbarg, en una cinta en la que el guion y los intérpretes juegan un papel crucial. El trabajo de Guadagnino consiste en dar consistencia al conjunto y procurar no confundir, aunque en el camino no pueda evitar generar controversia. En la banda sonora abunda la música de su adorado John Adams, que protagonizó en su integridad la de Yo soy el amor. Y, como curiosidad, destacar la presencia de La flor de mi secreto de Almodóvar en el apartamento de trabajo de Roberts (el póster) y la música que ella escucha (Soleá de Miles Davis).

domingo, 19 de octubre de 2025

GOOD BOY Lealtad hasta la muerte

USA 2025 72 min.
Fotografía y dirección
Ben Leonberg Guion Alex Cannon y Ben Leonberg Música Sam Bpase-Miller Intérpretes Indy, Shane Jensen, Arielle Friedman, Larry Fessenden, Stuart Rudin Estreno en Estados Unidos 3 octubre; en España 17 octubre

En su ópera prima absoluta y emotiva declaración de amor al justamente así llamado mejor amigo del hombre, el director Ben Leonberg y su esposa, la productora Kari Fischer, exhiben su buena mano con los perros en esta película que combina hábilmente el género del terror con el drama sobre la lealtad y el cariño de un perro hacia la persona junto a la que ha crecido. Indy es un retriever de Nueva Escocia que se retira junto a esta persona en la casa solariega y aislada en la que han terminado sus días generaciones de familia. Las fuerzas del mal pronto acecharán y el pobre perro tendrá que enfrentarse a ellas y así defender a su protector, ahora protegido.

A pesar de ser una primera película y tratarse en todos los sentidos, especialmente en su reducido y agradecido metraje, de una película modesta, exhibe un acabado aseado y unos eficientes efectos visuales. Pero, sobre todo, un dominio absoluto del entrenamiento de animales, logrando del perro una interpretación sobresaliente, y que los y las espectadoras empaticen más con él y se preocupen más de su porvenir que del de la persona a la que protege. Lástima que en el desarrollo eche mano de tantos lugares comunes en el género, sótanos, sombras, acechos en la lejanía y pesadillas que distraen nuestra atención, siempre mucho más pendiente de la habilidad con la que se han articulado sus recursos estéticos y dramáticos, que de una trama a la que se le adivinan las costuras con bastante facilidad.

Con todo, tiene todos los ingredientes para convertirse en película de culto, como atestigua su pronta distribución tras pasar por Sitges, y el respaldo del público que está teniendo a pesar de que esa pronta distribución también puede tildarse de limitada en cuanto a salas de exhibición.

sábado, 18 de octubre de 2025

UN BORBÓN EN LA CORTE DE LOS HANNOVER

Concierto de apertura del curso académico de la Universidad de Sevilla. Orquesta Barroca de Sevilla. Martyna Pastuszka, violín y dirección. Programa: Concerti grossi nos. 5 en re menor, 6 en Re mayor y 1 en La mayor, de Charles Avison; Sonata para violín no. 6 en re menor, de Francisco Manalt; Sonata para violín en Re mayor, de Francesco Corselli. Espacio Turina, viernes 17 de octubre de 2025


La Universidad de Sevilla volvió a confiar en la Barroca para celebrar su ya tradicional concierto de apertura del curso académico. Un honor que se ha alternado con la Real Orquesta Sinfónica y, últimamente, la Conjunta, pero que sigue ofreciéndose sin boato alguno, como si se tratara simplemente de un concierto más, restándole toda posible importancia a lo que debiera ser algún tipo de acontecimiento. En este caso, además, se trató del primer concierto de temporada, que esta vez se centrará en la música que debió sonar en las cortes europeas en los siglos XVII y XVIII.

El concierto de ayer se pudo disfrutar en la Capilla del Palacio Real el día antes, otorgándole así el significado que esta temporada quiere dar a su propuesta. Desolador fue, una vez más, comprobar que en este concierto de apertura del curso universitario muchas fueron las localidades no cubiertas, a buen seguro de autoridades y personalidades académicas que no sólo despreciaron la invitación, sino que no tuvieron el detalle de trasladarlo a la organización para que dispusiera de las entradas entre quienes sin duda se quedaron con las ganas de asistir al evento, pues ya es raro que la Barroca no consiga lleno absoluto.


Para la ocasión se contó de nuevo con la participación como directora y concertino de la prestigiosa violinista polaca Martyna Pastuszka, que ya actuó junto a la Barroca en abril de 2024, y poco antes acompañó a Max Emmanuel Cencic con su {öh!} Orkiestra. Esta vez, además, inauguró su puesto como artista en residencia de esta temporada. En los atriles, una serie de obras que pudieron sonar en la corte de Felipe V, primer Borbón que reinó en España. Scarlatti, Manalt y Corselli fueron los elegidos, pero el hecho de que el primero lo fuera de forma indirecta, a través de los conciertos que Charles Avison compuso a partir de sonatas para clave del compositor italiano, nos ha permitido hacer este juego entre dinastías en el título.

Avison no sonó en la corte de Felipe V, pero sin duda sí lo hicieron las obras de Scarlatti en las que se basaron sus concerti grossi. La música del inglés estuvo más orientada a espacios de mayor calado popular, fundamentalmente salas de concierto. En aquella Inglaterra de la época reinaba Jorge II de la Casa Hannover. Su música contiene una riqueza melódica extraordinaria, heredera de los modelos de Scarlatti en los que se basó, pero acuña además una serie de excelentes ornamentaciones y ricas orquestaciones que la hacen especialmente atractiva y singular, tal como pudimos apreciar en las esmeradas interpretaciones del conjunto.


Y eso que la exhibición no empezó bien del todo, con cierta languidez haciéndose dueña del Concerto grosso nº 1, con Pastuszka evidenciando algún que otro problema de afinación y un sonido estridente poco o nada agradable. Y así continuó la estética durante la Sonata nº 6 de Francisco Manalt que la violinista interpretó junto a Mercedes Ruiz y Alejandro Casal. Pero un interludio de ajuste y afinación logró sacarnos del entuerto, y a partir de la tercera obra, el Concerto grosso nº 6 de Avison, la cosa fue mucho mejor.

Una facilidad extrema para frasear con amplio sentido del vértigo, tanto en la concertino como en sus acompañantes, una exhibición rotunda de buen gusto en las ornamentaciones, y una sensibilísima expresividad, se convirtieron en señas de identidad de este nueva muestra de la versatilidad y el talento de nuestros y nuestras músicos. Momentos para el asombro y la admiración, los encontramos en el vivo final de la sonata de Francesco Corselli y el allegro con el que culmina el Concierto grosso nº 1 de Avison, así como la calidez con la que Pastuszka y el conjunto abordaron el adagio del nº 6 y el largo introductorio del final de la sonata de Corselli.

Fotos: Luis Ollero