USA 2019 151 min.
Guion y dirección Mike Flanagan, según la novela de Stephen King Fotografía Michael Fimognari Música The Newton Brothers Intérpretes Ewan McGregor, Rebecca Ferguson, Kyliegh Curran, Zahn McClarnon, Carl Lumbly, Alex Essoe, Bruce Greenwood, Catherine Parker, Robert Longstreet, Jacob Tremblay, Carel Struycken, Emily Alyn Lind, Cliff Curtis Estreno en España 31 octubre 2019; en Estados Unidos 8 noviembre 2019
A estas alturas, con decenas de películas basadas en sus novelas y solo un pequeño puñado sinceramente memorables, y confesando no haber leído ninguno de sus escritos, no nos queda más remedio que llegar a la conclusión de que o no es tan buen autor como lo pintan o realmente ha tenido mala suerte con las adaptaciones al cine de sus obras, o bien es que éstas no han sabido captar su espíritu y universo.
Stephen King no quedó satisfecho con El resplandor de Kubrick, posiblemente la mejor adaptación al cine de una novela suya. Y ahora para su continuación se cuenta con el director de una serie de películas olvidables, Oculus: El espejo del mal, Somnia: Dentro de tus sueños y Ouija: El origen del mal, y una serie de televisión que cuenta con ciertos adeptos, La maldición de Hill House, que realiza paradójicamente un film que revisita el imaginario kubrickiano, con remedos explícitos al clásico de 1980, y resulta que esto sí le gusta a King. A nosotros desde luego definitivamente no.
Nos ha parecido un disparate sin sentido, con una secta de seudo vampiros martirizando niños con talentos especiales, lo que debiera haber provocado al menos un nivel de perversión considerable pero se queda en algo más bien ridículo, y un Danny Torrance consumido por los traumas infantiles mientras una niña repelente malgasta su infancia entre paisajes oníricos y gestas heroicas impropias de su edad. Pero el premio gordo se lo lleva Rebecca Ferguson, que más que actuar posa continuamente. Todo lo demás, incluido su larguísimo metraje y la atmosférica pero cansina música de The Newton Brothers, no provoca más que un paulatino desinterés que estalla definitivamente cuando en su tercio final Flanagan recrea las secuencias más recordadas de El resplandor sin inmutarse, como si de un tráiler paródico se tratara.
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