lunes, 11 de noviembre de 2019

SEFF 2019. GLORIA MUNDI Por la senda tenebrosa

Francia-Italia 2019 106 min.
Dirección Robert Guédiguian Guion Robert Guédiguian y Serge Valletti Fotografía Pierre Milon Música Michel Petrossian Intérpretes Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Anaïs Demoustier, Robinson Stévenin, Lola Naymark, Grégoire Leprince-Ringuet, Angelica Sarre Estreno en el Festival de Venecia 5 septiembre 2019; en el Festival de Sevilla 9 noviembre 2019

Guédiguian, fiel a sus principios y convicciones, se rodea una vez más de sus intérpretes fetiche, su propia esposa Ascaride, premiada en Venecia, Darroussin y Meylan, y con el mismo recorrido que ellos lanzan una mirada más pesimista y desesperanzada de la sociedad que la que mantenían en el florido y luminoso período en el que con cintas como Marius y Jeanette o La ciudad está tranquila despertaron nuestra curiosidad y admiración ante su particular universo marsellés. Los niños ya no vienen con un pan debajo del brazo, es lo que parece querer contarnos cuando tras el feliz alumbramiento de un bebé, una familia trabajadora ve cómo sus cimientos se van desmoronando merced a la precariedad laboral, que no permite siquiera el ejercicio moderado del derecho a huelga, la ambición desmedida que hace que el propio proletariado luche contra sí mismo, y la falta de solidaridad mezclada con una pobre formación en valores y principios humanitarios que ha convertido a parte de nuestra juventud en animales devoradores. De hecho solo en personas cultivadas se atisba algo de rectitud combinada con humanidad, mientras en el lado opuesto, ni ante una urgencia un igual ofrece su ayuda desinteresada. Como su colega inglés, Ken Loach en la reciente Sorry We Missed You, Guédiguian presta su atención a una familia que poco a poco se va desestructurando y echa mano de un ángel de la guarda para mantener a flote el espíritu de lucha y supervivencia que alguna vez la informó. Las desgracias se van acumulando pero de forma suficientemente natural y convincente como para no resultar chirriante, todo en un conjunto que provoca desazón y nostalgia, como bien remarca la música de Ravel que subraya situaciones y estados de ánimo.

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