Guion y dirección Eloy Enciso Fotografía Mauro Herce Intérpretes Celsa Araujo, Misha Bies Golas, Nuria Lestegás, Suso Meilan, Manuel Pumares, Verónica Quintana Estreno en el Festival de Locarno 14 agosto 2019; en el Festival de Sevilla 11 noviembre 2019
El director gallego Eloy Enciso logró nuestra atención hace siete años con Arraianos, un film sobre la resistencia y la reivindicación de las propias raíces, a través de la lucha por no desaparecer de un pueblo en la frontera entre Portugal y Galicia. Con este trabajo participó en los festivales de Locarno y Sevilla, repitiendo ahora en ambos certámenes con este nuevo trabajo que nos habla también de resistencia frente al olvido y la injusticia. Como si de una pesadilla se tratase, esta Larga noche representa un mal sueño imposible de olvidar, el de cuarenta años de dictadura en un país que se cuestiona eternamente la conveniencia de recordar a los sacrificados y sus herederos, y que no parece estar dispuesto a reparar tanto daño hecho y tantísimo dolor infligido. A lo largo de su hora y media centra su atención en un joven que en los estertores del franquismo regresa a su tierra, mientras son sus moradores quienes desde uno y otro bando prestan su rostro y voz a los textos elegidos, siempre desde el talento de quien sabe sacarles partido aun tratándose de actores y actrices no profesionales y recitan sus líneas en primerísimo plano. Y es que Enciso articula su libreto a partir de citas de otros autores, entre los que se encuentran Max Aub, Alfonso Sastre y Luis Seoane, que representan la exigencia de no olvidar, reparar y revivir para no repetir atrocidades que tan fáciles son de olvidar para quienes incluso hoy ejercen un derecho tan democrático como votar en unas elecciones que fijan nuestro futuro en los próximos años. Se construye así un mosaico de emociones y reflexiones de hondo contenido filosófico que parecen devenir en el negativo de aquellos episodios nacionales de gestas heroicas y épicas que nos brindaba Pérez Galdós más de un siglo antes. En la forma Longa noite se ofrece como un ejercicio visualmente preciosista, muy cuidado en sus detalles y encuadres, un tanto radical en su propuesta y que exige por parte del espectador una especial concentración, dentro de un conjunto que puede llegar a exasperar pero que deja cierto recuerdo indeleble marcado por una sensibilidad un tanto especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario