domingo, 10 de noviembre de 2019

SEFF 2019. LIBERTÉ Exasperante catálogo de perversiones eróticas

Francia-Portugal-España 2019 132 min.
Guion y dirección Albert Serra Fotografía Artur Tort Intérpretes Helmut Berger, Marc Susini, Iliana Zabeth, Laura Poulvet, Baptiste Pinteaux, Theodora Marcadé, Alexandra García Düttmann, Lluís Serra Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2019; en Francia 4 septiembre 2019; en el Festival de Sevilla 10 noviembre 2019

Qué interesante puede llegar a ser sobre el papel un argumento y cómo puede quedar eclipsado por la fuerte personalidad de un director tan ensimismado en su estilo, tan caprichoso como fuera de cualquier corriente conocida, cuando se plasma en un film tan insufrible como éste. El catalán Albert Serra continúa su periplo por la monarquía francesa, y después de dedicarle dos películas a Luis XIV, La muerte de Louis XIV y Roi Soleil, se embarca ahora en una historia que aconteció en tiempos de Luis XVI, cuando su puritana corte obligó a destacados aristócratas defensores del libertinaje como arma del pensamiento ilustrado a expandir sus atrevidas costumbres a Alemania. En la frontera entre los dos países parecen echar a volar sus deseos sexuales, eróticos, sádicos y escatológicos estos decadentes aristócratas a los que poco quedaba para perder sus cabezas, y sus sirvientes, entregándose a desesperantes, oscuros y nada interesantes juegos sexuales, todo bajo un tedio exasperante que diluye cualquier pretensión de encontrar algo de luz y conocimiento en este producto. Dos horas y cuarto necesita el realizador, echando mano esta vez de otro decadente actual, el hoy convertido en vetusto recuerdo de la hermosura pasada Helmut Berger, para poner en escena grotescas actividades erótico festivas, huyendo salvo en determinadas ocasiones de la explicitud que se presuponía y provocando al espectador no con el escándalo sexual sino con la paciencia y el aburrimiento exigidos. A veces es así como se revoluciona el arte, se convierte en incomprendido por no manejar los parámetros necesarios y acaba quitando la razón a los jueces que creen saberlo todo. Esperamos que ésta no sea una de esas veces.

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