Italia-Francia-Alemania-Brasil 2019 153 min.
Dirección Marco Bellocchio Guion Marco Bellocchio, Valia Santella, Ludovica Rampoldi, Francesco Piccolo y Francesco La Licata Fotografía Vladan Radovic Música Nicola Piovani Intérpretes Pierfrancesco Favino, Luigi Lo Lascio, Fausto Russo Alesi, Maria Fernanda Cândido, Fabrizio Ferracane, Nicola Calì, Giovanni Calcagno, Bruno Cariello Estreno en el Festival de Cannes y en Italia 23 mayo 2019; en el Festival de Sevilla 15 noviembre 2019
Decíamos a propósito de películas como Vincere, Sangre de mi sangre o Buenos días, noche, todas dirigidas por Marco Bellocchio en los últimos quince años, que se había quedado anquilosado en una forma anticuada y rancia de hacer cine. Solo Felices sueños se salía un poco de esta tónica y nos regalaba una experiencia al menos conmovedora. Pero resulta que se embarca en un ambicioso proyecto sobre Tommaso Buscetta, el capo de la Cosa Nostra que destapó los crímenes de un buen puñado de mafiosos y abrió los célebres procesos del juez Falcone en los años noventa del pasado siglo, y consigue una de sus mejores y más intensas películas. Toda una crónica sobre la gran tragedia italiana, esa misma ciénaga de crímenes, intrigas y traiciones que ya practicaban los antiguos romanos y que tanto inspiraron los grandes dramas shakesperianos. Va de talante y de temperamento, y por eso hay muchos motivos para la hilaridad en una película que muestra estos grandes procesos como si se tratara del gran narcocirco italiano, un espectáculo de bravuconadas, esperpentos e improperios que no pueden sino provocar la risa, inconscientes de convertirnos en cómplices de una tragedia de proporciones infinitas. Una gran interpretación de Pierfrancesco Favino, una estupenda ambientación y diversas localizaciones, además del buen oficio de Nicola Piovani en la música, son otros alicientes de una cinta que a algunos nos ha recordado esa otra gran crónica trágica del crimen organizado que dirigió Michele Placido en 2005, Romanzo criminale. La jugada le ha salido rentable a Bellocchio y ya compite con Polanski y Almodóvar en los Premios del Cine Europeo en las mismas categorías: película, director, actor y guion.
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